martes, 25 de noviembre de 2008

Encrucijada

Anoche me surgió una duda; me encontré en un cruce de caminos.
Imaginaos a vosotros mismos en una intersección. A la derecha un camino liso y asfaltado, con las tonalidades que ya conoces, sin textura, sin piedras, un camino recto y con escasas dificultades, para caminar sin problemas. Y a la izquierda un sendero, accidentado, sinuoso, con escollos, de costoso avance pero que promete aventura, que retará tu intelecto y tus nervios. Ambos llegan al mismo sitio. Si escoges el de la derecha, ese camino que ya conoces porque lo has hecho varias veces, sabes perfectamente qué encontrarás al final. Sin embargo si escoges el de la izquierda, podrías llegar al lugar con una perspectiva mucho más interesante aunque no te ofrece la completa seguridad del éxito.
En esa tesitura me encontraba, tratando de decidir por cual optar, cuando se me ocurrió plantear la cuestión con alevosía a mis compañeras nocturnas. El debate fue muy interesante.
Mientras unas defendían que lo mejor era tomar el camino conocido para asegurar el éxito en una empresa ya de por sí dificultosa, otras negaban rotundamente esta postura alegando la diversión y el misterio que otorgaba el sendero izquierdo y las grandes posibilidades que ofrecía.
Escuché a ambas partes aunque en un momento de la discusión, no sé exactamente cuando ni porqué, sentí que ya había hecho mía una de las opciones.
¿Cual hubieras escogido tú?

7 comentarios:

Teresa Cameselle dijo...

La elección es tan obvia como simple.
Esperaré impaciente el resultado del desafío.

McDolmar dijo...

Vale el camino de enmedio???

Digo, los extremos nunca han sido lo mío :P

:-*
DOLORS

Anónimo dijo...

Todo depende del día, del momento, pero sobre todo del estado de ánimo.
Si bien es cierto que por los caminos sencillos pocas veces se alcanzan grandes premios, a veces la vida sí que es simple y llana, y podemos llegar a nuestros sueños con facilidad, casi sin darnos cuenta, casi sin haberlos llegado a ansiar.
Hay días en los que yo escogería el camino sencillo porque adoro las cosas simples y hermosas. Hay momentos en los que soy más audaz, más curiosa, y prefiero los desafíos, aunque sepa que sólo me conducirán al desastre.
De todos modos, no hay nada más hermoso que hacer el camino, sobre todo si se hace en compañía.
Ángeles Ibirika

McDolmar dijo...

JO! Jezz da alguna pistilla, vale?
Se trata de trabajo, pareja, hijos???
Porque pedir opinión a palo seco sin más directrices es muy difícil dar con la respuesta adecuada

:-*
DOLORS

Anónimo dijo...

Hola Jezz ^^
Supongo que en el trasfondo de todo esta la cuestión de tus libros y que camino tomar, si seguir en pocas palabras sobre lo ya inventado y mucho más sencillo o innovar y adentrarse en un argumento más rebuscado, pero con el problema de que como todos los cambios, puede no gustar tanto como el otro camino... es un gran dilema...
Por que hay veces que esos giros argumentales o innovaciones puede llevar al traste con un gran proyecto o por el contrario aumentarlo significativamente y ganar a muchísimos seguidores.
Todo es cuestión de intentar llevarlo bien y arriesgarse pero hasta cierto punto.

Un beso y mucha suerte!

Pilar Cabero dijo...

En mi caso creo que esperaré a que llegue el momento de la decisión, porque dependerá de mi estado de ánimo, de la empresa, de la meta... en fin, de un montón de circunstancias que habré de tener en cuenta a la hora de optar por uno u otro camino.
Besitos.

Lucía de Vicente dijo...

¡El que no se arriesga no cruza la mar! Adelante, niña, ¡que estamos contigo! Seguro que consigues llegar a la meta que tú deseas y el resto esperamos, pero aquí la que manda es la que manda...

Besitos