martes, 19 de julio de 2011

Exposición sobre Novela Romántica

El pasado jueves día 14 se inauguró, en la Biblioteca Singuerlín — Salvador Cabré de mi ciudad (Santa Coloma de Gramenet), una maravillosa exposición de novela romántica que se mantendrá hasta el 4 de agosto y que tuve el honor de visitar. Os animo a que os acerquéis, tanto a lectores asiduos del género como a aquellos quienes sientan el gusanillo de conocer este magnífico género, porque está realmente bien.

La exposición se compone de varios paneles informativos que recoge un estupendo resumen de la vida del género y que la biblioteca, además, ha acompañado con ejemplos de libros y películas sobre pequeñas mesas delante de ellos. Hacer el recorrido es como caminar a lo largo de la propia historia, así que os dejaré fotografías de ellos con algunos apuntes interesantes que llamaron mi atención.

En los dos primeros podermos advertir que aunque es un género inicialmente dedicado a mujeres existe un porcentaje de hombres que también se han dejado seducir por estas estupentas historias. Con el amor como protagonista del entorno, pero identificable con el público lector de cada época, se convierte en el motor de toda la historia. Las lectoras encontrarán en ellas una manera clara de evadirse de los problemas diarios y un entretenimiento gracias al cual muchas personas (especialmente jóvenes) se han introducido en la lectura.
La novela romántica es el género más vendido en los Estados Unidos y en Canadá y en todo el mundo representa un 7% del total del mercado editorial.
El escritor inglés Samuel Richardson estableció las bases literarias de un género que hasta entonces había sido de tradición oral. Y lo hizo con la novela Pamela (1740) que trata sobre una joven que trabaja en casa de una familia muy rica y de la cual se enamora el hijo, que hará todo lo posible por hacerla suya sin pasar por el altar. Pero no lo conseguirá y se verá obligado a proponerle matrimonio.
La novela se convirtió en un éxito editorial sin precedentes en la época por el hecho de que la historia la contaba la misma protagonista. Fue una obra que impactó al gran público y a los escritores de la época. Hasta a Henry Fielding, conocido novelista y dramaturgo inglés que parodió las aventuras de Pamela Andrews en Apología de la vida de Mrs. Shamela Andrews, publicada con pseudónimo un año después que el original, en 1741.
Henry Fielding también parodió las desventuras del hermano de Pamela Andrews en La historia de las aventuras de Joseph Andrews y su amigo Abraham Adams, escrita imitando el estilo de Cervantes y considerada su primera gran novela.

Además de un entretenimiento sentimental, la novela romántica ha sido y continua siendo un espejo social: mientras que en los siglos XVIII las protagonistas parecían conformes con su sumisión, en el siglo XIX quieren más cosas de un mundo que asfixia su libertad. Los clásicos de la época Orgullo y prejuicio (1813), de Jane Austen, Cumbres borrascosas (1847), de Emily Brontë, y Jane Eyre (1847), de Charlotte Brontë, así los demuestran.
Jane Austen no se casó nunca. Cuando tenía 20 años (época en las que escribió Orgullo y prejuicio) vivió una historia de amor similar a la de Elizabeth Bennet, la protagonista de su novela, pero nunca fue partidaria del matrimonio.
En muchas historia que narraron los hermanos Grimm y Charles Perrault, y en otras como las que Disney aprovechó de Hans Christian Andersen, se usan elementos que recogía la novela romántica: las protagonistas son chicas (en todas sus variantes, hasta las sirenas) que luchan contra todas las adversidades para conseguir a su ser amado, ya sea principe o rana.
En los años treinta, el género aterrizó en España. Su mayor impulsor fue el valenciano Rafael Pérez i Pérez, autor de títulos como Un hombre cabal (1932) y Madrinita buena (1935). Sus historias eran demasiado lineales y se basaban en un amor imposible con final feliz, que siempre terminaba en matrimonio.
Pérez i Pérez era maestro de profesión y también escribía novela histórica y se dedicó a la novela romántica hasta los años sesenta. Las ediciones de estas novelas eran baratas, se imprimían en papel malo que enseguida se tornaba amarillo y salían una vez al mes. Además fue uno de los maestros de Corín Tellado quien dijo de él que escribía maravillosamente, pero que no era malicioso, porque en sus historias "no había ni un solo beso".

En Cataluña, la Editorial Baguñà editó mensualmente entre el 1924 y el 1928 novelas románticas escritas por Josep Maria Folch i Torres e ilustradas por dibujantes de prestigio como Junceda. La colección recibió el nombre de Biblioteca Gentil, y en cuatro años Folch i Torres publicó cuarenta y ocho volúmenes convirtiendose así en el primer escritor catalán de masas. Algunos títulos llegaron incluso a tener ocho reediciones. Las mujeres protagonistas reflejaban los problemas de las chicas catalanas de la época y daban salida a sus sueños. La fidelidad de sus lectores le permitió afrontar la propuesta de editar una novela al mes. A partir de 1931 y hasta 1933, la colección continuó con otros autores.
El éxito de Folch i Torres animó a la Editorial Pegaso, más tarde llamada Mentora, a poner en marcha una colección llamada: Damisela. Esta colección fue escrita por un único autor Lluís Almerich i Sellarés, más conocido por su pseudónimo de Clovis Eimeric. Sus obras, también mensuales, fueron ilustradas por Josep Longoria. Se editaban en formato de bolsillo, se vendían al precio de 1 peseta y se podían encontrar tanto en quioscos como en librerías.

Que Corín Tellado ha sido la autora más leída y traducida después de Cervantes, lo sabe cualquier aficionada al género. Que leer sus novelas es como pasear por la historia de España de los últimos cincuenta años, también. Y, por supuesto, que publicó más de 4000 títulos y vendió millones de ejemplares de sus novelas en todo el mundo. Pero, ¿sabíais que además entre 1978 y 1979, bajo el pseudónimo de Ada Miller Leswy, Corín publicó 26 novelas eróticas de bolsillo en la colección Especial Venus de Bruguera, simuladamente traducidas del inglés?
La utilización de pseudónimos es debida a la cantidad de obras producidas (como Nora Roberts, que ha firmado más de 150 novelas) y la necesidad de no saturar el mercado. También cuenta la consideración del género como subgénero, de manera que, si un escritor quiere ser bien considerado literariamente, parece que tiene que huir de la novela romántica. Como por ejemplo Dean Koontz, el autor de novela de terror más vendido después de Stephen King, también ha escrito novela romántica. Y lo ha hecho firmando como Aaron Wolfe, Brian Coffey, David Axton, Deanna Dwyer, John Hill y Leigh Nichols, entre otros.

El cine ha asegurado a la literatura romántica una larga vida, a la vez que le ha dado la oportunidad de hacer llegar a un público no lector sus historias y ha inspirado otras. La eclosión de la llamada chick lit en los años noventa, considerada la nueva época dorada del género, aseguró un buen número de clásicos para los amantes del cine, desde El diario de Bridget Jones hasta Sexo en Nueva York.
Ya en los años 50, en España, se estrenaron películas basadas en las novelas de Rafael Pérez i Pérez, y más tarde, en los 60 llegó a los cines la primera película basada en una historia de Corín Tellado: Tengo que abandonarte. Las historias de Corín son las responsables de la existencia de telenovelas como un género.
La primera estrella de la literatura romántica norteamericana, Danielle Steel, inició su carrera en el año 1973 con Regreso al hogar. Con ella, la novela romántica maduró, la trama se tornó más compleja, a la vez que los protagonistas se fortalecían. Temas que habían sido tabú, como el incesto, el suicidio o el divorcio, comenzaron a estar presentes en estas historias. Con Steel el mundo romántico entró en las listas de los más vendidos, con más de 50 títulos publicados.

Con la visita también descubriréis un panel dedicado a la Chick Lit, con sus personajes tipo: rubias, millonarias y experiodistas. A mediados de los años noventa, superada la militancia feminista que se había iniciado en los años setenta y el victimismo de las novelas de Danielle Steel y sus contemporáneas, surgió un nuevo tipo de novela. Las protagonistas son mujeres liberadas económicamente, sentimentalmente y sexualmente, adictas a la cafeina y al estrés, en una sociedad que ya no las ve como a damiselas en peligro, aunque parece que ellas sí quieren sentirse así a pesar el maquillaje.




5 comentarios:

Lisbeth dijo...

No deja de ser curioso ver cómo ha evolucionado este tipo de novela. Y, sobre todo, como desde el principio ha sido un género de gran éxito editorial pero habitualmente vilipendiado por los "entendidos".

Una entrada muy interesante y una exposición no menos curiosa. Ojalá se llevaran a cabo más eventos de este tipo.

Besitos!

PD: Me ha resultado curiosísimo ese lado erótico de Corín Tellado XDD

Unknown dijo...

Bueno, qué subidón te habrá dado cuando viste ese rinconcito con tus libros, ¿verdad?
Me encantaría ver esa exposición.
Un beso, hermosa

Jezz Burning dijo...

Es muy interesante y está todo muy bien explicado. A mi me encantaría que pudierais verla :D

Menchu Garcerán dijo...

Oye, que idea más buena y más bien plasmada. Me gusta un montón.

Jezz Burning dijo...

A mi me encantó y se ve perfectamente que ni es un género nuevo, ni es "sub" como algunos prefieren pensar :D