sábado, 16 de mayo de 2009

El protagonista por antonomasia

Llevo varios días dándole vueltas a un asunto pero es complicadillo de explicar.

Como muchos sabéis me encuentro en este momento trabajando en Conspiración en la Noche, el libro que protagonizará Varulf, ese lico sueco que tantos suspiros arranca a la concurrencia femenina jajajajaja

Una vez reunida y estudiada la documentación que necesitaba, cuando me puse a trazar el plan de desarrollo, he de confesar que estaba de los nervios. ¡Y no era para menos! Tenía todo un reto frente a mí. Como lectora, tengo muy presente que los personajes que llaman tanto la atención suelen decepcionar una vez llegado su turno y, ¿para qué nos vamos a engañar?, yo no quiero que eso pase con este libro. Generalmente, esto ocurre porque es muy difícil mantener al personaje al mismo nivel, hacer equilibrios con su carácter para que no decaiga en ningún momento y no correr el riesgo de que efectúen algo que no cuadre con ellos, evitar las incongruencias. Es duro. Y si tienes que bregar con un personaje como el sueco, llega a consumirte las energías.

Eso es lo que me está pasando.

Con los libros anteriores, podía pasarme horas diarias y seguidas escribiendo, escena tras escena. Siempre hay momentos en los que paras para descansar los ojos, aclarar la mente, etcétera, pero lo llevaba muy bien. Con Varulf, soy incapaz de hacerlo porque me agota mentalmente.

Tengo prácticamente todo pensado detalle a detalle, eso me hace muy feliz y me anima a trabajar con más ahincó. Sin embargo, me es imposible avanzar al mismo ritmo.
Hoy decía en Facebook, en clave de humor claro está, que espero lograr poner el “fin” a este libro conservando mi salud mental. Claudia Velasco, gran amiga y magnífica escritora, comentaba que a los personajes como Varulf hay que atarlos corto porque hace tiempo que vuelan solos. El problema en sí, no es ese. Según yo lo veo, si consigues que tu protagonista te guíe por su propia historia, es porque has hecho un buen trabajo de base con él, le has dado la vida necesaria para que tome las riendas. El huracán sueco tomó las suyas con fuerza hace ya mucho, incluso antes de llegar a su propio libro. El problema es que no sólo quiere dirigirse a sí mismo, sino a todo lo que lo rodea. Es el protagonista por excelencia, aquel que es capaz de eclipsar al resto de personajes con su sola presencia.

Por ello, no sólo tengo que lidiar con él, sino espolear al resto para que no se dejen pisotear tan fácilmente.

Ponerte en su piel para que pueda decir a través de ti cuanto desea y a su modo, dejar que te posea hasta el extremo de plasmar sus razonamientos y acciones es muy complicado debido a su carácter dominante. Es un personaje de extremos y de una sola ley, la suya. Pero si además tienes que crear a otro personaje a su altura, uno a su mismo nivel que despliegue el mismo temperamento y fuerza, el trabajo y las complicaciones se duplican.

En fin, no sé si he logrado explicar todo cuanto estoy experimentando. He aprendido que, cada libro tiene su propio ritmo de trabajo y que cada personaje ofrece más o menos resistencia dependiendo del como lo hayas perfilado desde sus inicios.
Lo que sí puedo decir desde ahora mismo, es que el resultado será sorprendente. El que guste, o no, ya es otro cantar, pues desde luego no será un libro de género romántico al uso.

Estáis avisados ;)

4 comentarios:

Claudia Velasco dijo...

Jezz, sólo con leerte aquí ya has empezado a contarme la novela (vaya fuerza). Tienes razón, tu trabajo ha conseguido darle alas a este personaje maravilloso, que ya campa por las cabezas de todas. Es estupendo. No tengo dudas de que te sumergirás en seguida en su mundo (ya estás ahí nadando) y que cuadrarás ese libro que leeremos, con la misma pasión, inmediatamente. Ya estás ahí. Está claro y Varulf tendrá que aliarse contigo para contar juntos su novela. Para los escritores tener este tipo de expereincias es un privilegio, porque muchos otros no hayan en sus nuevos retos, un desafío tan grandioso. Enhorabuena. (Y gracias por las palabras que me dedicas, eres un sol)

Anónimo dijo...

Madre mia Jezz debe de ser complicadisimo ser escritora!

Por que como lectora siempre tienes unas expectativas sobre X personajes y claro, una vez tienes el libro en tus manos solo te dedicas a vivir la historia, que te guste o cumpla con las expectativas antes dichas es otro cantar, pero si ahora me preguntaran como debería ser "mi" historia perfecta.... bufff no sé como lo plasmaría.

Esta claro que para ser escritora hay que tener mucho talento, paciencia e imaginación.

Así que solo puedo desearte mucha suerte con Varulf y ánimos para que salga muy buen libro.

Un beso Jezz.

Teresa Cameselle dijo...

Para mí, tu Varulf tiene la cara, y el carácter, de Sawyer en "Perdidos". Tan guapo como bocazas, jaja. Pero que en el fondo guarda su corazoncito.

En cuanto a tu última frase, ¿cuándo has escrito una novela romántica al uso? Avisa, porque yo no me he enterao.
;)

Un beso.

Brandy dijo...

Te iba a decir lo mismo que Teresa. Dudo de que te salga un libro romántico al uso.