miércoles, 14 de septiembre de 2011

Crítica de La raza número 4, en Fantasymundo

Por Jordi Nogués, autor de Tres profecías - Iroas, Hijos de los dioses.

Raquel Barco ha demostrado sus talentosas dotes como excelente novelista.

Jezz Burning es conocida ampliamente por sus novelas románticas; la saga Licos, con sus cuatro volúmenes, le ha dado experiencia y oficio suficiente para consagrarla como una excelente escritora del género romántico.

Ahora dejando de lado el seudónimo y bajo su verdadero nombre, Raquel Barco González (cordobesa que vive en Santa Coloma de Gramanet, Barcelona), ha decidido dar un paso más en su carrera artística y nos muestra, en este 2011, su último trabajo: "
La Raza Número 4" (disponible en FantasyTienda); bajo el sello de Roca Editorial con 400 páginas y en formato de tapa blanda.

Lo más sorprende es el cambio de género; "
La Raza Número 4" se encasilla en el thriller, con abundancia de mitología y de aspectos de ciencia ficción. Y es interesante la propuesta; pues cuando un escritor con oficio se interna en un género nuevo para él pueden producirse dos hechos: que la narración flojee en su argumentación o que aporte estructuras y matices desconocidos hasta ahora. Creo sinceramente que la autora se balancea mucho más hacia la segunda opción que a la primera. Pues la maestría con que ha logrado transmitirnos el carácter y la personalidad de los personajes, Eve y Abel, no deja indiferente a nadie. Su oficio en el género romántico le ha dado ese toque de gusto y elegancia, tan poco habitual en la novelas bajo el género de thriller, y que es de agradecer.

Pero vayamos por partes...

La trama de "
La Raza Número 4" no es nada fácil de resumir sin mostrar excesivas muestras de la novela.

Dos personajes, Eve Swan y Abel Simmons, ven como sus vidas se vuelven del revés cuando descubren quienes son en realidad. Asesinatos, leyendas sobre la Atlántida, civilizaciones perdidas, el mapa de Piri Reis y otros muchos misterios son las velas que impulsan a ambos protagonistas en su deambular por la narración.

Juntos descubrirán el origen de la humanidad y como el futuro de los hombres en el planeta Tierra está en sus manos. También que el bien y el mal se atraen como polos opuestos que son.

Poco más puede explicarse sin desvelar en exceso el argumento pues es el descubrimiento de la verdadera personalidad de ambos personajes el verdadero motor de toda la novela.


Comentar el excelente trabajo de documentación de la autora; en mi oficio de historiador he tenido que buscar algún concepto que no tenía claro, y todos y cada uno de ellos están perfectamente elaborados y descritos. No hay mácula alguna a comentar en ese aspecto.

Hay que destacar que es una gozada el tratamiento de ambos protagonistas. Eve y Abel: tan opuestos en sus presentes, no tan distintos en sus orígenes, tan complementarios en sus futuros. La autora ha sabido transmitir a la perfección el sentimiento de ambos. Ese es, según mi punto de vista, el mayor logro de la novela. Sobre todo durante los dos primeros tercios de la narración. La fuerza de espíritu de Eve te conmueve y acabas enamorándote de ella. Y Abel es el encargado de hacer que luzcan los encantos de ella. Los diálogos son muy brillantes, reflejan de buena manera el carácter de cada uno.

El argumento es bueno y la idea que lanza toda la novela es ingeniosa y sorprenderá positivamente al lector; pues encontrará aquello que espera, sin decepción.

En cuanto a la estructura de la narración es, según mi punto de vista, donde más flojea. Me vi transportado a un enorme prólogo que no se acababa: la novela y las páginas avanzaban sin que encontrase fin ese inicio. Y el desenlace de la novela excesivamente rápido y poco elaborado. Encontré a faltar un nudo más generoso (entiéndase con la estructura básica: introducción, nudo y desenlace); con más aventuras por parte de los protagonistas donde pudieran lucir las mejores y peores cualidades de cada uno. Y también un desenlace sorpresivo, pues el final es bastante previsible; a excepción de una muy buena sorpresa.

En cuanto a la prosa esta es más que correcta; se nota el buen oficio de Raquel Barco en estas lides y solo al final hay que releer algún párrafo con alguna estructura nada sencilla. Y el estilo es el adecuado para este tipo de lecturas; la autora en absoluto es pedante en sus expresiones y la fluidez y la agilidad es la nota predominante.

Lo mejor: la psicología de ambos protagonistas; en especial la de Eve. Es una demostración de admirable maestría que vale la pena disfrutar. También la de Abel está bien construida pero la de ella es formidable.

Lo peor: la estructura narrativa; harían falta, o más páginas u otro volumen. Pues es excesivamente corta y te deja la sensación de incluso abrupta en su conclusión.

Dos conceptos a destacar,

hay unas frases de un párrafo que me encantaron, y que las transcribo literalmente:

… (los seres humanos) somos inconformistas por naturaleza. Aunque la mayoría sabemos dónde está el límite, hay quien prefiere ignorarlo. Hemos llegado a tal nivel de materialismo que olvidamos disfrutar de todo aquello que proporciona un placer infinito y que nos es dado por la tierra a la que pertenecemos. Caminamos por el mundo olvidándonos de respirar pausadamente. Nos hemos vuelto engreídos y avariciosos, envidiamos las riquezas ajenas en vez de regocijarnos con nuestros propios logros. Ya no recordamos que significan la generosidad y la confianza en el prójimo, pues pensamos que, con toda probabilidad, será tan miserable como nosotros mismos”.

La sempiterna lucha entre el bien y el mal es un concepto únicamente de la psique humana. En la naturaleza no existe esa dicotomía; todo existe por oposición y equilibrio, no por ser malo o bueno.

Si esto es así y nosotros somos de la Tierra (y por tanto formamos parte de ese ecosistema natural), ¿por qué ese concepto artificioso tan recurrente del bien el y mal? Es algo anterior incluso a las religiones e innato en el pensamiento humano. ¿De dónde proviene esa mentalidad? ¿Tal vez en la explicación que da Raquel Barco en "
La Raza Número 4"?

Mi recomendación es dejarse llevar por la narración y disfrutar al máximo con la psicología de los dos protagonistas y hurgar en cada diálogo sobre los motivos que impulsan al hablante a hacer ese comentario. Ahí Raquel Barco ha demostrado sus talentosas dotes como excelente novelista.




Como siempre podéis ver la entrada original en este enlace: http://www.fantasymundo.com/articulos/3889/raza_numero_4_raquel_barco

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