domingo, 10 de mayo de 2009

Más sobre el mundo Licos

La pregunta común en la gran mayoría de entrevistas que me han hecho ha sido: ¿cómo es que se te ocurrió escribir sobre licántropos?

La respuesta es sencilla. El paranormal siempre ha sido uno de los géneros que más me gustan y dentro de este, los vampiros ya abundaban por todas partes en España. Así que me decidí por usar otro gran mito que habita en la mayoría de culturas: el hombre-lobo. Bajo mi punto de vista, este ser siempre ha sido vapuleado y pintado como el “malo” hasta hace bien poco. No ha pasado así con el “nosferatu” que con el paso del tiempo ha ganado en atractivo y sensualidad siendo igualmente un monstruo asesino. Quizá por eso aun me pareció más sugerente crear historias donde poder ofrecer al lector otra visión. Donde conseguir explicar los pormenores de la tortura que supone ser un hombre maldito.

Desde los griegos con su dios Lycaón, hasta los nórdicos con Fenris o los nativos americanos con el Skinwalker, muchas culturas poseen la figura del hombre lobo de una forma u otra, también en la ibérica; su nombre es Vael. Y por supuesto, también, existen diferentes formas de llegar a convertirse en uno.

Como que debía crear un mundo paralelo al nuestro pero lo suficientemente consistente, no podía andarme con rodeos y ofrecer todas y cada una de las posibilidades, debía elegir una, la que más juego me ofreciera, por eso me decanté por las maldiciones.

En la saga licos encontraremos diferentes “rangos” de licos. Muestra perfecta de cómo ha ido creciendo este submundo. Los que ya hayáis leído Noche de Ofrenda, entendéis perfectamente de qué hablo.

Por un lado tenemos a los Originales que no son más que humanos malditos por una bruja. En el proceso de esa maldición dos almas se unen, la del hombre y la de un lobo, y el poder de esa unión se guarda en un objeto; el amuleto. Ese talismán es de suma importancia para ellos pues quien lo posea también ostentará poder sobre su transformación.

¿Pero qué pasa cuando esos Originales tienen descendencia? ¿Qué ocurre con esa maldición? ¿Con esa coexistencia de almas?

Esta pregunta da pie a todo un glosario.

Los Híbridos. Ellos son el producto de la unión de un Original y un Humano, nacen con un alma maldita y una humana. Aunque su infancia y adolescencia se desarrolla con cierta normalidad, con el paso de los años, ese poder maldito que encierran comienza a manifestarse mediante sus sueños. Pesadillas de sangre y violencia que llegan a robarles el descanso y pueden tocar seriamente su estabilidad mental. Por ello, es necesario que pasen por un ritual; la unión de almas. Ese ritual consigue convertirlos en Híbridos completos. Pueden transformarse en licos aunque jamás tendrán la fuerza y el poder de un Original, aunque a su favor está el que no dependen de un amuleto que deban proteger.

Los Puros. Estos pueden darse de la unión de dos Híbridos completos, de dos Originales, de un Híbrido y un Original o de otro Puro y un Híbrido. La concentración de la maldición en ellos es más alta y por lo tanto más potente. En ellos existe un problema de concepción pues la propia maldición impide que tengan descendencia con otro de su mismo nivel, llegados a un punto la concepción es imposible. Es por ello que las hembras de este rango prefieran compartir su vida con un lico inferior, generalmente Híbridos, o olvidarse de procrear y dedicar su vida a otros menesteres.

Los Dominantes. Rango más elevado en la escala de los licos. Son el resultado directo del cruce de un Puro y un Original. Por la explicación que daba antes, existen poquísimos de ellos y han sido, desde su nacimiento, controlados y educados para ofrecer sus servicios al Consejo por el peligro que conllevaría dejarlos a su libre albedrio ya que son poseedores de un poder especial y a la vez excepcional, leer las mentes. Los Dominantes pueden comunicarse telepáticamente e incluso llegar infringir dolor a aquellos que se lo propongan mediante la intrusión en sus cerebros. Sin embargo son completamente infértiles.

Además de todo esto, también tenemos a los Naguales.

El Nagual, más que un rango es un estatus. No cualquier lico puede llegar a serlo, para poder ostentar ese estatus se debe haber nacido como Híbrido y haber pasado por el ritual de unión de almas. También los llaman los doblemente malditos, pues para llegar a ser Nagual, deben pasar por dos ceremonias más en las que, en una de ellas se vuelve a maldecir al Híbrido. Esta doble maldición le ofrece la posibilidad de tener acceso a conocimientos mágicos, ceremonias y rituales que deben hacer servir para ayudar y proteger a su raza. Con el paso de los años algunos de ellos llegan también a desarrollar cierto control sobre un elemento de la naturaleza.

Bajo estas premisas y teniendo en cuenta la necedad intrínseca en la esencia humana, también tenemos a los Infectados. Ellos no son más que humanos que han sido mordidos profundamente por un lico, bien sea por error, por ira o por pura maldad. Su alma humana es infectada por la maldición, pero al no albergarla, son como marionetas apestosas y tremendamente maliciosas con una sed de sangre que les resulta difícil controlar. Son, en su gran mayoría, los causantes de los ataques a humanos.

Como veréis las líneas de sangre entre ellos son muy importantes pues dependiendo del cruce pueden obtener descendencia más o menos poderosa o no tener ninguna. Aún así, no debemos olvidar nunca que todo esto es un mito, un cuento originado por la magia y las maldiciones, así que…, no sería extraño que algo más ocurriera, ¿verdad?

3 comentarios:

lyss dijo...

Gracias por el glosario wapa, hay datos muy interesnates.

Besukos ;)

Anónimo dijo...

Se agradece mucho, me encanta saber más cosas sobre esta saga.

Un beso Jezz ^^

selenian dijo...

Felicidades por tu nuevo libro!!, y gracias por ampliarnos información sobre el mundo Licos.
Bsos :)
_Cristy_