domingo, 12 de abril de 2009

La romántica hoy se viste de negro

Creo que prácticamente todo aquel que guste del placer de leer un buen libro de género romántico ya conoce la noticia de la muerte de nuestra Corín Tellado.

Y digo nuestra porque así es y así lo defendió ella en vida. María del Socorro Tellado fue una increible mujer que se hizo a sí misma, que trabajó muy duro en una época en la que el trabajo de escritor en una mujer no estaba bien visto y que, si además añadimos el tipo de texto que escribía, todavía era más difícil. Idealista y luchadora, así fue Corín, una mujer que vivió la dureza del franquismo con el arrojo, la sagacidad y una fuerza de voluntad arrolladora.

Defendió el género con garra hasta sus últimos días, como una guerrera salida de cualquier ejemplar romántico: «En California sólo son novelas que la gente compra en el quiosco y lee en la playa con naturalidad; ni siquiera las llaman románticas. Aquí, el deporte nacional es la envidia. Si alguien empieza a sonar un poquitín -un poquitin nada más, ¿eh?-, ya intentan tumbarle. A mí no pudieron. Me dieron los premios que me correspondían. Detrás de muchas críticas, están la envidia y los prejuicios. En España hay prejuicios en todo: en la política, en el amor... No me sorprende que también los haya en la novela rosa. Hay gente que da grima» (Corín Tellado. ababol.laverdad.es)

La "inocente pornógrafa" como la calificaba Guillermo Cabrera Infante o "fenómeno sociocultural" como la llamaba Mario Vargas Llosa, nos deja un legado de más de 4.000 libros, algunos de ellos escritos en un sólo día, tal era su amor por las letras.

Desde este humilde lugar; descansa en paz.

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